viernes, 9 de septiembre de 2011

A partir del lunes 12 de Septiembre retomamos el horario habitual de la Biblioteca (hasta el 
próximo verano):


Mañanas: 10.30 - 13.30 horas. - Tardes: 16.00 -- 20.00 horas
(De Lunes a Viernes)



Ya que comienza el curso escolar os dejamos un breve artículo acerca de técnicas de estudio, que siempre podéis releer en "momentos de debilidad"
Organización. Hay que ser organizado para no perder el tiempo en cuestiones inútiles: tener todo lo necesario a mano, llevar un orden en las prioridades de estudio, fechas de exámenes, temas y apuntes necesarios…Interés. Si en clase se atiende al profesor (preguntando las dudas surgidas en el momento cuando corresponda), se toma nota de lo imprescindible y se lleva un orden paralelo en cada asignatura se puede llegar a ahorrar hasta el 60% del tiempo de estudio en casa.

Hábito. Todos los días a la misma hora durante un transcurso de tiempo similar. Es como levantarse temprano, los primeros días cuesta pero una semana después es el cuerpo el que pide madrugar. Creamos una inercia.
Técnicas de estudio


Honestidad. De nada sirve sentarse a estudiar si en realidad se hacen otras cosas o estudiamos como autómatas sólo por dejar la conciencia tranquila de que uno se ha sentado a estudiar. Estudiar es estudiar, con todas las connotaciones que implica el verbo. Si no se comprende lo que se lee simplemente no se está leyendo.

Jerarquizar. Las prioridades de estudio deben estar muy claras. Por ejemplo, el fin de semana debería ser para divertirse, pero no pasa nada si durante un tiempo es necesario estudiar un sábado. Debemos ser conscientes de la importancia de lo que estamos haciendo y si el estudio está por debajo de ver la televisión, jugar a la consola, salir con los amigos o navegar por internet, estamos destinados al fracaso escolar rotundamente. 

Comodidad. Cada uno se conoce, lo ideal es tener una temperatura ambiente adecuada (23º-26º), una silla y escritorio regulados a nuestra altura, escasas interferencias sonoras, humedad y ventilación, iluminación…

Distracción. El móvil lejos, la televisión apagada, los amigos en sus casas (solo contactar con compañeros de clase si es necesario una aclaración útil para el estudio)…
Estudiar en tribu


Concentración. Los pensamientos rumiativos suelen ser los causantes de la baja concentración: ansiedad (por no tener ganas de estudiar, por estar en plena época de exámenes…). Es necesario aprender a alejar estos pensamientos, al igual que madrugar es cuestión de práctica.

Relajación. Para ayudar a concentrarnos se pueden realizar ejercicios de respiración y estiramiento muscular.

Metas. Pequeñas metas de estudio diarias, fáciles de alcanzar, pueden crear una rutina muy beneficiosa para nuestro cerebro ya que al concluirlas estaremos entrenando (por lo que la mejora está garantizada) y, además, al conseguirlas nos sentiremos mejor. Como consecuencia seremos personas más equilibradas.

Tribu. Estudiar no es cosa de uno sólo (aunque sí somos responsables individualmente de nuestros actos, si no se estudia es porque no se quiere, hay que aprender a no culpar a otros), hay que motivar a los hijos, facilitar su rutina de estudio…

Está comprobado que si se entrena desde pequeño, el cerebro usa mucha menos energía y menos tiempo a la hora de llevar a cabo las mismas tareas de estudio que otros niños sin hábito.

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