Es un logro de la Concejalía de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Herrera y del Centro Andaluz de las Letras, organismo adscrito a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Es tan extensa su biografía y tan apasionante que hemos decidido dividir este Blog en dos entradas, una con una amplia reseña de su vida. En la segunda entrada, la propia autora se describe a sí misma e indicamos sus libros más conocidos.
Biografía
Nacida en Barcelona en 1933, Rosa Regàs pasó en Francia los años de la Guerra Civil. Rosa Regàs fue exiliada a Francia donde tuvo el privilegio de ser educada en un colegio naturista y laico en el que permaneció desde los tres hasta los seis años. Cuando volvió a España fue internada en un convento de monjas que le provocó una reacción de la que le costó mucho tiempo rehacerse.
En el recinto de la escuela aprendió a divertirse leyendo, el único ocio conocido entonces además del juego y el teatro. Con el bachillerato terminado y la carrera de piano a falta de dos cursos, salió del colegio a un mundo que desconocía. Se casó al año escaso y después de tener sus dos primeros hijos, se matriculó en la Universidad de Barcelona donde estudió y se licenció en Filosofía pura. Fue precisamente en la Universidad donde entró en contacto con poetas españoles como José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma o Gabriel Ferraté, cuyos poemas le abrieron las puertas a la poesía, inglesa, española, catalana, italiana y americanas del norte y del sur. Sin embargo la verdadera educación literaria la adquirió en la Editorial Seix Barral de Carlos Barral, donde comenzó a trabajar con la carrera de Filosofía recién acabada y tres hijos más en la familia.
Nacida en Barcelona en 1933, Rosa Regàs pasó en Francia los años de la Guerra Civil. Rosa Regàs fue exiliada a Francia donde tuvo el privilegio de ser educada en un colegio naturista y laico en el que permaneció desde los tres hasta los seis años. Cuando volvió a España fue internada en un convento de monjas que le provocó una reacción de la que le costó mucho tiempo rehacerse.
En el recinto de la escuela aprendió a divertirse leyendo, el único ocio conocido entonces además del juego y el teatro. Con el bachillerato terminado y la carrera de piano a falta de dos cursos, salió del colegio a un mundo que desconocía. Se casó al año escaso y después de tener sus dos primeros hijos, se matriculó en la Universidad de Barcelona donde estudió y se licenció en Filosofía pura. Fue precisamente en la Universidad donde entró en contacto con poetas españoles como José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma o Gabriel Ferraté, cuyos poemas le abrieron las puertas a la poesía, inglesa, española, catalana, italiana y americanas del norte y del sur. Sin embargo la verdadera educación literaria la adquirió en la Editorial Seix Barral de Carlos Barral, donde comenzó a trabajar con la carrera de Filosofía recién acabada y tres hijos más en la familia.
Carlos Barral tuvo que soportar el enfrentamiento con la reacción más inculta que ha conocido el país, que haciéndose con el poder económico de la Editorial, le lanzó a las tinieblas a él y a sus quince años de ingente obra de culturizar con su editorial a una sociedad que había vivido y vivía cerrada al mundo exterior. Fue entonces, en 1970, cuando Rosa Regás decidió fundar su propia Editorial a la que en honor de Nietzsche y en recuerdo de sus olvidados estudios de Filosofía llamó La Gaya Ciencia. Durante catorce años se dedicó a publicar autores poco conocidos o desconocidos entonces como Juan Benet, Álvaro Pombo, María Zambrano, Manuel Vázquez Montalbán, Javier Marías, entre muchos otros, así como poesía y una colección de literatura para niños. También dirigió dos revistas, una de pensamiento Cuadernos de la Gaya Ciencia y otra de Arquitectura, Arquitecturas Bis.
A la muerte del dictador Franco, lanzó la primera colección política llamada "Biblioteca de Divulgación Política" cuyos autores estaban en su mayoría todavía en la clandestinidad. A esta colección siguieron "Biblioteca de Salud y Sociedad" y "Biblioteca de Divulgación Económica". Con el paso del tiempo, Rosa Regás se dio cuenta de que una de sus vocaciones, la de ser escritora, había quedado relegada. En 1983 decidió vender la editorial y buscar un trabajo que le permitiera seguir gozando de independencia económica sin tener la cabeza tan ocupada.
A final de aquel mismo año de 1983 comenzó a trabajar como traductora y editora temporal en las Organizaciones de las Naciones Unidas, en ciudades de todo el mundo, lo que una vez acabado el trabajo le dejaba muchas horas libres. Fue así como comenzó a escribir.
En 1991 apareció su primera novela Memoria de Almator que cuenta cómo a través del enfrentamiento con el mundo rural una mujer siempre protegida primero por su padre, después por su marido y finalmente por su amante acaba tomando su vida con sus propias manos.
A final de aquel mismo año de 1983 comenzó a trabajar como traductora y editora temporal en las Organizaciones de las Naciones Unidas, en ciudades de todo el mundo, lo que una vez acabado el trabajo le dejaba muchas horas libres. Fue así como comenzó a escribir.
En 1991 apareció su primera novela Memoria de Almator que cuenta cómo a través del enfrentamiento con el mundo rural una mujer siempre protegida primero por su padre, después por su marido y finalmente por su amante acaba tomando su vida con sus propias manos.
En 1994 gana el Premio Nadal con la novela Azul, una historia de amor y de mar, que le abrió las puertas al gran público. Fue a partir de entonces cuando le ofrecieron colaborar en prensa. Comenzó publicando en El País y en revistas de viajes, para acabar escribiendo en todos los medios de comunicación que se lo piden. Actualmente tiene una columna semanal, los sábados, en El Correo de Bilbao que se publica también en los periódicos del Grupo, y es asidua colaboradora de El Mundo, de revistas de opinión y de viajes.
En 1994 fue nombrada Directora del Ateneo Americano de la Casa de América de Madrid. Así que dejó las Organizaciones de las Naciones Unidas y se instaló en Madrid. La experiencia de la Casa de América duró cuatro años y acabó dándole un conocimiento mucho más profundo del arte, la literatura y el cine americanos.
La siguiente novela fue Luna lunera, la historia de cuatro niños hijos de padres republicanos y nietos de franquistas, que transcurre en los fatídicos años de la posguerra española y que le valió el Premio Ciutat de Barcelona 1999.
Entretanto aparecieron otros libros que recogían sus artículos en prensa, como Canciones de amor y de batalla y Otras canciones.
En el 2001 Rosa Regàs ganó el Premio Planeta con una novela de intriga, La canción de Dorotea, en la que se narran los descubrimientos que una profesora de biología molecular hace en una casa de campo que heredó de su padre. Con el dinero del Premio que para esta edición alcanzó los 100 millones de pesetas Rosa Regàs ha podido cumplir lo que anunció al recibirlo, comprar tiempo. Desde entonces ha encontrado el suficiente para hacer lo que más le gusta, leer, oír música, ir al cine y al teatro, caminar...
El 14 de mayo de 2004 fue nombrada Directora General de la Biblioteca Nacional, realizando una magnífica labor hasta que un desencuentro con el entonces Ministro de Cultura hizo que renunciara a dicho cargo.
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